2 ene 2015

Tortura



En resumen, el principio básico es quebrantar poco a poco la voluntad de la victima, el primer paso es amenazar y mostrarle lo que le espera como una visita guiada a la cámara de tortura (esto era la fase preparatoria). Una vez ahí el verdugo explicaba para qué servía cada instrumento, entonces ya se le ataba desnud@ al potro y donde las cuerdas debían estar muy tensas. Como fase final ahora sí comenzaba el chou, pasar por la garrucha (esta servía para desencajar los miembros), la inversión de agua hirviendo con cal, los famosos caballos de madera, la silla de metal que se calentaba poco a poco, los borceguíes a los que se les vertía agua hirviendo o plomo fundido o arrancamiento de trozos de carne con tenazas al rojo vivo.

Etapas de aplicación de las torturas

Tortura preparatoria
Destinada a obtener la confesión: se desnuda al reo; amenazas, azotes, potro.
Tortura final
Confesión y denuncia de cómplices
Tortura ordinaria
Métodos clásicos
Tortura extraordinaria
Descoyuntamiento
Torturas adicionales
Corte de manos y pies, extirpación de trozos de carne con tenazas al rojo.
Torturas ocasionales
Silla de púas, agua hirviendo, baños de plomo…
Ejecusión
Ahogamiento y quema en la hoguera. Algunas veces se quemaba vivos a los reos


Un día de tortura

Informe del primer día de tortura de una mujer acusada por brujería en Possneck, Alemania, en el año de 1629 (W. Pressel).

El verdugo la maniató, le cortó el pelo y la colocó en el potro. Le vertió alcohol sobre la cabeza y le prendió fuego para quemar el pelo hasta la raíz.
Le puso tiras de azufre en las axilas y alrededor del cuello y les prendió fuego.
Le ató las manos a la espalda y tiró de ella hasta el techo.
La dejó colgando entre tres y cuatro horas mientras se iba a desayunar.
Al volver, le roció alcohol en la espalda y le prendió fuego.
Le ató pesos en el cuerpo y volvió a tirar de ella hasta el techo. A continuación la llevó de nuevo al potro y le puso una plancha con púas afiladas pegada al cuerpo. Volvió a subirla hasta el techo.
Le apretó los pulgares y dedos gordos de los pies con las empulgueras y le sujetó los brazos con un palo. La tuvo colgada con esa postura un cuarto de hora hasta que se desmayó.
Le apretó las piernas con unos tornos, alternando el tormento con el interrogatorio.
La azotó con un látigo de cuero sin curtir hasta que quedó ensangrentada.
Volvió a colocarle las empulgueras y la dejó en el potro desde las diez de la mañana hasta la una de la tarde, mientras él salía a comer con los funcionarios del tribunal.
Por la tarde llegó un funcionario que no aprobaba los métodos, pero volvieron a azotarla despiadadamente. Así terminó el primer día de tortura.


Crudo...